Semana de la Movilidad en Logroño: Cochecitos a pedales, subvenciones para ir a comprar en coche… y a fin de mes, tanques desfilando por las calles.


El gobierno municipal del PP reinventa en Logroño para el mes de mayo la «Semana de la Movilidad» sin tener en cuenta (ni mención) a las organizaciones ciudadanas que trabajamos en la promoción de un modelo más sostenible de urbanismo, movilidad y espacio público. Sin contenido técnico divulgativo. Sin cuestionamiento del modelo de ciudad. No vayamos a molestar en nada el «derecho» a abusar del coche.

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Semana Europea de Mobilidad, del 16 al 22 de Septiembre

Logroño durante la Semana Europea de Movilidad…. y durante muchas otras al cabo del año.

La Semana Europea de la Movilidad, una iniciativa europea para concienciar en la urgente necesidad de un cambio de paradigma en los medios que usamos para nuestra movilidad cotidiana en las ciudades, se celebra en todas partes en torno al «Día Mundial sin mi Coche», el 22 de Septiembre. Curiosamente, en Logroño, coincidiendo en plenas fiestas de San Mateo, esta iniciativa europea se transformaba durante esos días precisamente en un fenómeno bastante contrario que se sigue repitiendo año tras año: una caótica orgía de tráfico motorizado sin orden ni ley, con la ciudad tomada aún más de lo habitual por el estacionamiento ilegal, la congestión, y la ubicua violencia vial, propulsada con el riego abundante del consumo de alcohol y otras drogas dadas las fechas, Logroño is different! durante las que se dejan sin efecto las escasas ordenanzas y donde pese a los esfuerzos de la Policía, la permisividad con los abusos al volante campa por doquier. Huelga recordar que, dado los tiempos geológicos de sus nefastos  administradores, Logroño sigue sin contar con una Ordenanza de Movilidad a pesar de que la licitación de una asistencia técnica externa para su redacción a la empresa TYPSA se produjo hace ya más de un año, sin mediar hasta la fecha proceso abierto de participación ciudadana alguno).

Simultánea y contradictoriamente con el anuncio de esta reubicada «Semana de la Movilidad» tan «sostenible», y con la diagnosticada sobreoferta de estacionamiento para automóviles privados en Logroño en sus propios planes, el gobierno municipal nos obsequia con la noticia de que adjudicará a ciertas asociaciones de comerciantes alrededor de 80,000€ anuales de dinero público (de ese que «no hay» para promocionar los programas de buenas prácticas) para facilitar el aparcamiento motorizado en parkings subterráneos y en rotación, en una clara invitación al pequeño comercio a seguir el modelo de «en-mi-coche-hasta-la-misma-puerta» del hipermercado y el gran centro comercial. Se trata de lo que en el argot técnico se denomina generar «demanda inducida de tráfico», esto es, lisa y llanamente, incitar a meter más coches en el centro de la ciudad, medida lógicamente celebrada por el PP en su destrucción sistemática de lo público, pero apoyada incoherentemente también por PSOE y C´s, en abierta contradicción (¿o revelación de sus verdaderas intenciones?) con sus declarados propósitos por otro modelo de ciudad.

Aunque las recomendaciones de hasta la Comisión Europea vayan justo en la línea contraria en eso que el neoliberalismo rampante llamó «crisis económica» y que la ciudadanía consciente sabemos que no consiste en otra cosa que en una monumental «estafa» de acumulación de los menos de arriba, a costa del empobrecimiento de las más de nosotras abajo.  Queriendo competir en la misma liga que el hipermercado con sus medios (el coche) pero sin sus mismas armas, el pequeño comercio siempre pierde, aunque sea por una simple cuestión de escala. Pretender que llevando más coches hasta la puerta se solucionará el problema macroeconómico del modelo comercial elegido para la ciudad (apertura simultánea de tres grandes centros comerciales en sus inmediaciones) constituye una falacia en toda regla más del pensamiento único económico dominante. Chorreo de dinero público, pero el chocolate del loro para mantener sin que nada cambie los privilegios del «derecho al coche» («derecho» a contaminar, causar ruido, crear enfermedades, cambiar el clima, atropellar y usurpar el espacio público) contra el bien común. Las recomendaciones de la CE para la supervivencia del pequeño comercio hace tiempo que pasan por diferenciarse de las grandes superficies con criterios de especialización, calidad… y sobre todo, por facilitar la accesibilidad por medios alternativos al automóvil privado, en un modelo de comercio de proximidad, con valor añadido y mejor atención personal.

 

Pero mientras las ciudades de referencia hacen precisamente lo contrario, «Logroño is different!», y sus planificadores siguen como cuando esto se decía en el desarrollismo franquista, instalados en esquemas urbanos de mediados del siglo XX. La especulación urbanística por la que se nueve la ciudad neoliberal sigue guiando los pasos de operaciones como el traslado del Colegio de los HHMM Maristas (lo cual no es óbice para que el gobierno de Logroño destine 1,5 millones de Euros de dinero público en volverles a construir por tercera vez mejores accesos y aparcamientos para enseñar a ir al cole en coche). Así las cosas, ahora que gigantescos centros de atracción de viajes abandonan el centro urbano (la doble fila en Escolapios y Maristas atascaba en su ciclos de entrada/salida toda la ciudad) es ahora cuando algunos se empeñan en volver a echar la culpa del descenso de sus beneficios comerciales a la peatonalización y reclaman más coches en su puerta. Es la calle entendida sólo como aparcamiento y río de tráfico. El espacio público sometido a los intereses del lucro privado nada más. Una situación que recuerda en los ´90 las manifestaciones de comerciantes e incluso las amenazas de muerte a las concejales que impulsaron las zonas peatonales (Pilar Salarrullana y Manuel Sáinz Ochoa, entre otros), conscientes de su valor al haberlas experimentado en multitud de ciudades europeas de referencia que apostaron por un modelo de mejor espacio público desde la II Guerra Mundial.  Son los mismos que siguen diseñando una ciudad para el coche y la doble fila. Los mismos que se oponían a aquellas peatonalizaciones en su día y preferían General Mola (Portales), o Calvo Sotelo, o Queipo de Llano (después Mª Teresa Gil de Gárate) atiborradas de coches circulando y estacionando, los mismos que a los pocos años colocarían en sus escaparates del «Paseo de las Cien Tiendas» la pegatina de «Logroño, 1ª ciudad comercial de España», satisfechos de su «centro comercial al aire libre».

¿Volvemos a esto?

Nuestros infandos gobernantes, en su postureo fotográfico anual (este año más, que el que viene hay elecciones y ya no se puede trepar a Madrid) han decidido dejar fuera de la Semana de Movilidad a las organizaciones de usuarios que trabajamos por una movilidad más sostenible. ¿Por qué tienen que recurrir a ciclistas deportivos (como Carlos Coloma) coaccionados por el apoyo público a sus carreras, o al Club Ciclista Logroñés (club deportivo también del que el concejal fue presidente) para una «marcha ciclista» por la ciudad con bicicletas de montaña, cascos y bien de lycra, como el año pasado?  ¿Tendrán algo que ver las malas relaciones y su nula consideración para con las organizaciones de usarios urbanos que no formamos parte de su red clientelar del poder, no engrosamos su corrupta corte subvencionada de aduladores y, desde nuestra responsabilidad democrática ciudadana, demandamos el cumplimiento de las planificaciones que la ciudad paga y aprueba ?

«Día sin coche 2018» en menos de 100m de calle trasera. Que nada moleste la aplastante dominación del coche en una ciudad diseñada expresamente para la doble fila y el abuso motorizado.

Mientras desarrollan sin pudor estas contradicciones en un ejercicio de hipocresía más del insondable cinismo al que nos tiene acostumbrados la casta de (mal)gobernantes que aflige a este país, el gobierno municipal del PP anuncia que cerrará la calle Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil (sic) desde Gran Vía a Murrieta para celebrar el «Día sin Coches». ¡No es moco de pavo!  ¡98 y pico metros del viario de Logroño destinados en total a esta encomiable misión sostenible…! ¿ De qué os quejáis los ecologistas? ¡Menos es nada! Si es que sois unos peligrosos radicales a los que acallar…

98m en total destinados al «Día sin Coche» del 12 de mayo en Logroño. Eso mide el tramo de la calle Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil donde se celebrará la «Semana de la Movilidad»… ¿otra vez con cochecitos a pedales?

En un alarde de última hora para revertir los efectos del cambio climático de origen antrópico, los muy moderados próceres municipales anuncian el cierre para el domingo 13 de la Calle General Primo de Rivera, cómodos en una calle que homenajea a uno de sus dictadores favoritos, para todos los demás de infausto recuerdo (y el de su aún más funesto vástago José Antonio Primo de Rivera), 200m de vía secundaria que los herederos del nacional-catolicismo muy español y mucho español cerrarán al tráfico unas horas para hacer las delicias de grandes y pequeños con esta demostración de su grado de voluntad para transformar y actualizar el modelo de ciudad, urbanismo y Tráfico de vehículos (ya que la Movilidad de las personas ni la contemplan).

Nos preguntamos si, como el año pasado en el que al menos se habilitó un tramo de la Gran Vía para otros usos en una mañana de domingo (¡qué desparrame!), estos 98m + 223m repartidos en dos días se emplearán para colocar otra vez en el «Día sin Coche»… COCHES A PEDALES, quizás para así fomentar entre las niñas y niños logroñeses la transición de modo de transporte tal y como la entiende su reaccionario Ayuntamiento.  Promoviendo el cambio modal… del coche al coche. Todo muy smart y muy sostenible, claro está. Y muchas fotos con la alcaldesa prometiendo una vez más reducir un 30% las emisiones para 2020, que vienen elecciones y hay que volverlo a prometer.

Es una «Semana de la Movilidad» que deliberadamente obvia y ningunea el uso personal de la bicicleta como opción válida de transportereduciéndola al «nuevo» sistema de alquiler de bicicleta «pública» (para beneficio de grandes empresas privadas) que comentábamos recientemente, con un gobierno que ignora intencionalmente la pirámide de movilidad sostenible para anteponer y priorizar el transporte urbano en autobuses diesel y el monopolio privado de su concesionaria, que en Logroño parece ser lo único importante, ya que es a lo que reducen todas las políticas de sostenibilidad en movilidad.  Todo muy eco, eco, eco… Visitas de los niños a las cocheras de la empresa todos los días, para que vayan aprendiendo de qué va esto de la movilidad sin emisones de CO2… ¿Quizá alguno suficentemente avispado pregunte por qué por las calles de Logroño no circula ni un solo autobús de transporte urbano híbrido o eléctrico contra el cambio climático?

 

 - Eeeh, un momento, esto no puede estar bien, no es lo que defiende el Ayuntamiento de Logroño (bus y luego coche, la bici no existe).

Pirámide de sostenibilidad en Movilidad. Caminar, BICI… y luego bus.

 

Por contra, en la práctica, basta cotejar los niveles de violencia vial que sufrimos en Logroño con el incumplimiento sostenido de los Planes de Movilidad Peatonal y Planes de Movilidad Ciclista aprobados por unanimidad de todos los partidos políticos en 2013 y contenidos en el limitado Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Logroño (PMUS 2013-2025) lo cual revela la desoladora realidad que, pese a las cortinas de humo y operaciones mediáticas, constituye ya una obviedad para el conjunto de la ciudadanía logroñesa. El atraso de la ciudad en urbanismo y políticas activas de movilidad sostenible al que nos han conducido es lo que resulta desde todo punto de vista completamente insostenible. Mientras ciudades cercanas como Vitoria-Gasteiz o Zaragoza ya han desarrollado las medidas contenidas en sus respectivos PMUS (que en el caso de Gasteiz era además un Plan de Espacio Público) y comienzan a aplicar una segunda ronda de planes, en Logroño apenas se ha empezado. No sólo en movilidad peatonal y movilidad ciclista, cualquiera puede observar los problemas derivados del incumplimiento de los Planes de Transporte al Hospital (previsto para 2015) , el Plan de Transporte a la Universidad (también 2015) o los accesos ciclopeatonales seguros a los polígonos industriales (2016, requerimiento aprobado en Pleno municipal otras dos veces desde entonces). El escaso e ingenieril PMUS de Logroño fue, recordemos, un Plan de mínimos encargado in extremis por el PP (Ángel Sáinz Yangüela) para que pudiera optar a subvenciones el oligopolio de empresas del transporte urbano, sin intención alguna de cumplirlo como el paso del tiempo ha demostrado. El Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Logroño debería, según su propio Plan de Seguimiento, estar siendo revisado y ampliado, cumplidos 4 años desde su aprobación. Sin embargo, la gran mayoría de sus ejes estratégicos no han sido puesto en marcha, ni con total impunidad, serán puestos en marcha tampoco en lo que queda de legislatura, pese a las huecas promesas electorales repetidas y a la retórica municipal acerca de un modelo de ciudad que declaran mediáticamente como  bandera política de su gestión, pero que en la práctica no financian, cumplen ni aplican. Ensanchar aceras en un par de calles para que parezca que así se hace algo no es suficiente. De las 16 «áreas pacificadas» (que deberían caminar hacia un modelo de supermanzanas o superislas) aprobadas en el PMUS, sólo se va a ejecutar una como tal (Valcuerna), aunque a medias y saltándose las propuestas de los vecinos del distrito en el presupuesto participativo e ignorando expresamente las aportaciones de diversas entidades ciudadanas como Logroño en Bici – Ecologistas en Acción, el COAR, o la Federación de Padres y Madres de Alumnos (FAPA).

Las 6 metas y 15 planes sectoriales del PMUS de Logroño. 2013.

Afirmaciones públicas por parte de sus responsables como el Concejal de Tráfico, Transporte Público y Vías Urbanas, Felix Francisco Iglesias, de que «el 86% del PMUS de Logroño ya ha sido completado O INICIADO» son además de una burla a la ciudadanía y un insulto a la inteligencia, una falta a la verdad cuando no un flagrante engaño. Cualquiera puede asomarse a la calle y comprobrar qué enormes avances en materia de urbanismo y movilidad sostenibles se han producido en Logroño durante las dos últimas legislaturas de un «partido popular» de nombre, pero enemigo del pueblo (y de la ciudad) en los hechos. En materia de infraestructuras para la movilidad ciclista, durante la legislatura 2011-2015, 120m de carril-bici (los de los aparcamientos que se quitaron por seguridad delante del cuartel de la Guardia Civil) empezando y acabando sobre aceras. Durante la legislatura 2015-2019, parecía difícil superar ese récord, pero aún menos: 70m de acera-bici de ninguna parte a ninguna parte en la calle Clavijo, con anchuras por debajo de los límites mínimos absolutos de diseño y curvas a radio de giro 0 (o giros a 90º).  Este cúmulo de despropósitos y negligencia técnica que despierta sonrojo más allá de nuestra ciudad, unido al abandono de la escasa e inconexa red ciclista actual, es la causa de que en el presente más de un ciclista a la semana de media esté siendo atropellado gravemente en las calles de Logroño. (La útlima, una niña de 13 años esta tarde en esta misma calle):

 

 

 

 

 

 

 

Al mismo tiempo, la cifra de vehículos motorizados registrados en Logroño ha llegado a superar la cifra de 86,000 vehículos a motor en una ciudad de 150,000 habitantes, con niveles de accidentalidad, violencia vial y atropellos espeluznantes ante la complacencia municipal. ¡Qué chorra más da! En mi coche hasta para comprar el pan.

Entorno escolar «seguro» en Logroño. Educando en buenas prácticas en el espacio público: Triple fila con el beneplácito municipal y gestión policial.

 

Aunque a nadie extraña ya esta inane Semana de la Movilidad de discursos y gestos vacíos en la era de la postverdad, por todos conocidos los niveles de manipulación mediática pagados con el dinero público de todos pero al servicio del poder, y más proviniendo de un partido político del que, dados sus impunes niveles de corrupción, parece revelarse cada día más a las claras la semejanza de sus procedimientos con los de una organización criminal para el sostenimiento de sus intereses creados, no para promoción alguna de los bienes comunes ni mucho menos la sostenibilidad ambiental. Aunque ya sabemos que según ellos, todo está hecho, hay que felicitarse mucho y «Logroño es una ciudad que seguirá siendo sostenible».

¿Una ciudad sostenible o o políticos que buscan sostenerse por cualquier medio en los cargos a costa de la ciudad, en su lucha interna por el poder, ya sea en Logroño o en Madrid?

 

¡Ah, y a la semana siguiente o a la otra, envueltos en bien de banderitas nacionales para ocultar la corrupción como forma de gobierno y el empobrecimiento generalizado de la población: tanques, vehículos blindados y la cabra de la Legión por nuestras calles con los que amortizar los 300,000€ anuales de la campaña de reasfaltado! ¡Aviones a reacción de 6 en 6 sobre Vara de Rey para luchar contra las emisiones de CO2, el calentamiento global y el cambio climático!  ¡Felipe de Borbón y Rajoy en directo!  Ojalá fuera broma o un mal sueño, pero no lo es… (PINCHA AQUÍ Y TE DESPERTARÁS).

2 responses to this post.

  1. […] de sus privilegios, dejando con su egoísmo a la ciudad más y más atrasada en modelos obsoletos y entregados a la dominación por el tráfico motorizado que causan graves daños a sus habitantes presentes y […]

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  2. […] de sus privilegios, dejando con su egoísmo a la ciudad más y más atrasada en modelos obsoletos y entregados al tráfico que causan graves daños a sus habitantes presentes y […]

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